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Tratamiento Y Remedios

Dieta para las enfermedades nerviosas

En términos generales, las personas nerviosas deberán hacer una alimentación sana y nutritiva, de fácil digestión, pero sin excitantes de ningún género. Por esta razón deben prohibirse las carnes, los embutidos, los salazones, los mariscos, las conservas, las bebidas alcohólicas, el vinagre (se puede sustituir por limón), el café y el té. La sal debe usarse de forma moderada siendo la Sal del Himalaya la mejor por su excelente composición en minerales; aunque en algunos casos (epilepsia) es mejor suprimirla por completo.
Las comidas deben estar bien masticadas y realizadas en un ambiente muy tranquilo, reposando una hora después de comer. Se debe evitar todo trabajo durante la digestión y, así mismo, las discusiones, las emociones fuertes y cuanto pueda perturbar a la digestión (televisión, por ejemplo)
Ente los alimentos que más fortalecen al cerebro y al sistema nervioso destacamos la lecitina y los minerales. Entre estos señalamos el fósforo y el silicio. Un alimento que Bernard Jensen recomienda en sus libros es la yema de huevo por su composición en los nutrientes antes mencionados. Y aunque no todo el mundo se pondrá de acuerdo en si utilizar el pescado en la dieta o no (los vegetarianos a ultranza lo rechazarán) el fósforo de origen animal (pescado, quesos, productos lácteos) es necesario según este mismo autor para la formación de energías cerebrales y nerviosas, mientras que el fósforo de origen vegetal contribuye a la formación de órganos y huesos.
El silicio lo podemos encontrar en las infusiones de cola de caballo y de paja de avena o salvado. Otro mineral el manganeso lo podemos encontrar en las avellanas y es muy útil para la memoria.
El zumo de uva y el suero de leche es útil para el cerebro cuando hay demasiado calor y hay congestión cerebral.
Para mejorar la memoria se recomiendan alimentos que contengan sodio, manganeso y el complejo de vitamina B. Para este caso un buen tónico sería un zumo de zanahoria, apio junto con ciruelas pasas.
En los estados de histeria o de llanto generalmente se relaciona con una falta de hierro; y los problemas del habla con el yodo.

Dieta para los nervios: Aguacate, alforfón, cebollas, dátiles, huevos, lechugas, levadura de cerveza, manzana, melocotón, melón, miel, perejil, plátano, polen, puerros, remolacha, soja, tomates, yogur, zumo de manzana y frambuesa.

Jugos para los nervios: Las verduras superan a las frutas en su efecto calmante. Tomar por lo tanto, jugo de verduras. No abusar de los cítricos por ser más excitantes, pero también necesarios.
Si hay insomnio jugo de apio y lechuga.

El ambiente y las enfermedades nerviosas

El ambiente tiene una excepcional importancia en las enfermedades nerviosas. Si deseamos pacificar un sistema nervioso excitado tenemos que controlar el ambiente en que vivimos. Sabemos que esto es más fácil de decir que de conseguir, pero para las personas con enfermedades de los nervios es de primera importancia si no quieren caer en un pozo sin salida.
De modo que en muchos casos es muy eficaz el temporal alejamiento del trabajo y de la vivienda habitual. Una buena estancia en el campo respirando aire puro es la clave para una enfermedad nerviosa (algunos pacientes prefieren el clima de la playa). Algunos doctores han recomendado a sus pacientes simplemente baños de aire puro. El aire, recuerden, es nuestro primer alimento, y para una persona nerviosa el aire es el mejor masaje que pueda darle a su sistema nervioso. Dé le aire y viento a su cuerpo.

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